lunes, 24 de marzo de 2008

Alma Roja, Blacksad de nuevo con otro recurso hipertextual a través de una carta



Blacksad ataca de nuevo en su tercera entrega "Alma Roja", una historia que es una versión "animal" y personal de Canales y Guarnido de lo que fue la caza de brujas contra comunistas y simpatizantes de izquierdas en Estados Unidos por parte del senador McArthy y de la fuga de cerebros del régimen nazi hacia ese mismo país. De nuevo Blacksad aparece en la trama tras reencontrarse con un viejo amigo, Otto Liebber, un físico creador de la Bomba H que defiende el pacifismo desde su privilegiada posición, pero que se equivoca continuamente de bando (primero fue un nazi y ahora pasa los secretos a los rusos). La historia acaba bien para Otto Liebber gracias a Blacksad que no puede olvidar toda la ayuda que su viejo amigo y su padre le dieron cuando era un adolescente. Y la historia acaba con un toque hipertextual. De nuevo entran el cambio de color de la viñeta para ilustrar un dibujo que no se correponde con la linealidad del texto. Todo empieza con una carta de despedida de Otto Liebber que Blacksad encuentra en el suelo tras entrar en su casa:

La siguiente viñeta ocupa todo el largo de la página, aunque en un faldón. Se ve a Blacksad de perfil con la carta en la mano. La parte donde aparece Blacksad está toda en color. De la carta hacia el otro extremo, desaparece el color y la imagen queda en tonos grisáceos (es la tónica de las siguientes viñetas). Y encima está el inicio de los párrafos de la carta. Para diferenciar la narración de Blacksad (letras mayúsculas bien tintadas con un fondo verde claro) de lo que dice Otto Liebber, los autores utilizan una letra cursiva con un fodo gris claro. Y dice así: "Querido amigo: Toda mi vida he buscado la manera de dar sentido a mi existencia, intentando ponerme al servicio de la sociedad"

Siguiente viñeta con Otto Liebber paseando por el barrio destrozado donde conoció a Blacksad y que él y su padre habían intentado cambiar para mejor años atrás. Está en blanco y negro y las tonalidades de gris lo cubren todo. Sigue la carta en párrafos fuera de los dibujos, con ese fondo gris claro: "Decidí dar el gran salto y moverme por las altas esferas para conseguir mis objetivos, y no hice más que cosechar fracasos." Otro párrafo en la misma viñeta: "Conforme más subía, más me desviaba. Apliqué mi ciencia a intereses bastardos. Sin apenas darme cuenta de ello, prostituí mis ideales".

Siguiente viñeta con Otto Liebber ayudando a los actuales vecinos del barrio a rehacer unas instalaciones. Sigue la carta en párrafos fuera de los dibujos, con el mismo fondo gris: "Con esto no pretendo excusarme ni culpar a nadie de mis propios errores. Todos estamos hecho del mismo barro, mal que nos pese a veces."

Siguiente viñeta con Otto Liebber explicando a los niños de una clase. Sigue la carta en párrafos fuera de los dibujos, con el mismo fondo gris: "También quiero aprovechar para darte las gracias por todo lo que has hechos por mi. Si te sirve de consuelo, te diré que, hoy por hoy, me vuelvo a sentir feliz y realizado".

Siguiente viñeta con Otto Liebber escribiendo el final de la carta, que aparece con el mismo fondo gris en dos párrafos: "Cúidate mucho, "chico listo" y "El profesor".

Siguiente viñeta con Blacksad en la habitación de su casa, ya con la viñeta en color y él ocupando casi una mitad de la página, en silencio, y mirando la carta.

De nuevo, Guarnido y Canales utilizan el cambio de color de las viñetas para dar un salto, no sólo temporal, hacia un pasado lejano, sino hacia un pasado próximo en el tiempo pero también hacia un lugar desconocido. Es un salto temporal y espacial. Cuando Blacksad le la carta es como si los autores quisieran que nosotros, los lectores, quisieramos vivir las experiencias vitales que ha vivido Otto Liebber mientras escribía, en paz, una carta a un amigo querido, que lo ha salvado. Parece que la carta rezuma esperanza y recoge el dicho que había hecho famoso el padre de Otto Liebber entre la comunidad: "todo el mundo tiene derecho a una segunda oportunidad", algo que parece disfruta Liebber en su exilio.

1 comentario:

oscarhipertext dijo...

Hay que hacer mención a que los autores recuperan en esta historia a personajes que ya habían aparecido en los anteriores álbumes, Arctic Nation (2º) y Un lugar entre las sombras (1º).
- El zorro Weekly, el periodista. Es uno de los mejores amigos de Blacksad con el que se entiende a las mil maravillas.
- Smirnov, el comisario. En el primer capítulo llegan a un acuerdo que parece que los ha unido de forma irremediable en amigos en esta última entrega.
Son dos personajes que cobran vida y que seguro tendrán un papel importante en próximas aventuras de Blacksad y que, en cierta forma, también ayudan a la hipertextualidad del texto porque obliga a los lectores a rebuscar en el pasado de esos personajes.